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Consejos y Herramientas

Gastos financieros: cómo controlarlos y conseguir más estabilidad financiera

En este blog nos gusta hablar de gastos de empresa.

Si no les pones atención, te pasan por encima y las probabilidades de que tengas éxito como CFO se reducen.

Pero si trabajas para gestionarlos con cabeza, en cambio, solo vas a obtener beneficios.

Que un gasto es un gasto, sí, pero como aliado te puede venir muy bien para optimizar la rentabilidad.

Hoy nos vamos a centrar en los gastos financieros, protagonistas poco habituales.

Veremos qué son los gastos financieros, por qué son más importantes de lo que parece y cómo controlarlos para poder deducírtelos.

Vaaamos allá ✊

Breve no, brevísimo apunte previo sobre los gastos financieros: ¿cuáles son?

Que son tu pan de cada día y esto ya lo sabes fijo, pero por si hay algún CFO despistado en la sala, con gastos financieros nos referimos a los costos de financiamiento de la empresa.

Cuando pides un crédito te lo conceden con intereses, ¿no? 

Pues ese es un gasto financiero. El principal, de hecho, aunque lo cierto es que hay más:

  • Intereses de préstamos
  • Comisiones bancarias, tales como la de apertura del préstamo, el mantenimiento de la cuenta, la emisión de cheques...
  • Comisiones al emitir bonos y acciones preferentes, así como sus dividendos
  • Las amortizaciones de deuda
  • Servicios financieros: honorarios de asesores, abogados, TPVs, etc.

Si te fijas, son todo gastos derivados de la búsqueda de financiación, en mayor o menor medida.

La buena noticia es que los gastos financieros son deducibles; la mala, que su deducibilidad es limitada 😐

Pero empecemos por su importancia: ¿por qué deberías atarlos en corto?

La importancia de la gestión de gastos financieros

Los gastos financieros de una empresa son... diremos que peligrosos 🥲

Son peligrosos porque no forman parte de la operativa diaria, así que en ocasiones no se les presta la atención que merecen.

Pero ojo, que son gastos más que considerables.

Estamos hablando de los intereses del préstamo de financiación.

O de los dividendos de las acciones.

Es decir, hablamos de cantidades sustanciales de dinero; gastos que pueden afectar más de lo previsto inicialmente a la rentabilidad de la empresa.

Pero la importancia de saber gestionarlos llega más allá de la rentabilidad 🫠

Si por ejemplo tu empresa busca distintas fuentes de financiación y acumula un exceso de deuda, los gastos financieros acabarán por enterrarla.

Y si no los gestiona bien, ojito, porque el acceso a nuevas fuentes de financiación puede complicarse con condiciones poco favorables.

Por no decir que tu empresa tampoco será particularmente seductora a ojos de inversores privados.

Pero como todas las monedas tienen dos caras, vamos a ver la positiva de este caso. Ya sabes, cuando gestionas los gastos financieros como nadie 😎

Tu rentabilidad se verá afectada para bien. A menor gasto, más rentabilidad; claro y en botella.

Con una cantidad adecuada de deuda, además, el riesgo financiero de quedarte sin dinero en la caja se reducirá al mínimo. Salud financiera garantizada.

Y eso, a su vez, mejorará la calificación crediticia, algo que necesitarás para obtener tasas de interés favorables y atraer las miradas de inversores.

Sí: los gastos financieros de una empresa son importantes y si los dominas, solo obtendrás beneficios.

¿Y cómo lo consigues? 🙄

Consejos y estrategias para analizar, controlar y reducir los gastos financieros

Lo primero es conocer cuáles son los gastos financieros de tu empresa, algo que en líneas generales hemos visto al principio.

Sabiendo dónde dirigir el ojo, ¿cómo los controlas?

Aquí van algunas estrategias o consejos.

#1 Lleva un registro del todo detallado y categoriza

Tienes que montar algún tipo de sistema de registro que te asegure tenerlo todo plasmado en alguna parte.

Recomendación: tira de tecnología financiera.

Emplea programas de control de gastos y lleva tu contabilidad online.

Si en algún momento hay que hacer una consulta, tener los registros y cuentas digitalizadas lo facilitará todo.

En cuanto se dé un gasto, diiiirecto al sistema 🤟

Y de paso te aseguras de deducírtelos todos, que también es importante.

#2 Negocia las tasas de interés de la financiación... y renegocia las deudas actuales

El peso pesado de los gastos financieros son los intereses de los préstamos que obtienes.

Es esencial que consigas una tasa de interés favorable a la hora de negociar.

Lo más favorable que puedas, de hecho. Vas a estar muchos años pagando intereses, por lo que una diferencia de 80 € al mes impacta más de lo que pueda parecer.

Ponte a sumar y verás 😂

Además, también puedes intentar renegociar las condiciones de las deudas actuales.

Si en su momento no conseguiste un buen trato, podrías probar ahora, a ver si te las cambian.

Tienes como arma el pago ininterrumpido hasta la fecha; con ese plus de fiabilidad, seguro que la entidad financiera accede a daros unas mejores condiciones.

#3 Controla el flujo de efectivo

Una caja fuerte y sólida es la mejor de las garantías para que fluya todo lo demás.

¿Cómo es más probable que te den unas tasas de interés fantásticas? Con un flujo de caja potente.

¿Y cómo atraes capital? Con más capital.

Haz previsiones de tesorería, anticípate y asegura no quedarte jamás sin efectivo, evitando así otro riesgo financiero de lo más frecuente.

El efectivo te abrirá puertas imposibles con la caja vacía... así que añade la gestión de tesorería a tu lista de prioridades y estarás más cerca todavía de dominar los gastos financieros.

#4 Diversifica la financiación

La financiación de toda la vida, la de los bancos tradicionales, está muy bien... pero tiene sus inconvenientes.

Para empezar, los bancos tienden a ser bastante rigurosos a la hora de conceder préstamos.

Sin un historial crediticio interesante, olvídate de obtener buenas tasas de interés y demás condiciones ventajosas.

El proceso de pedir el préstamo es leeento, y podrían pediros garantías en forma de propiedades para respaldarlo.

Ojo, que es una buena fuente de financiación; lo único que decimos es que puedes considerar otras alternativas y diversificar.

¿A qué podrías acudir?

  • Capital de riesgo: el que te dan inversores privados a cambio de una participación considerable, ideal si la empresa no lleva mucho tiempo y está dando sus primeros pasos
  • Crowdfunding: hay empresas que se dedican a conectar inversores individuales con tu empresa a cambio de recompensas, productos que están sin terminar o incluso participación
  • Financiación colectiva: es como el crowdfunding, pero sin las recompensas o productos futuros; se buscan inversores individuales a través de plataformas especializadas y se evitan así los bancos
  • Fondos de inversión privados: grupos en busca de oportunidades que suelen dar mejores condiciones que los bancos

Al final, las fuentes de financiación alternativas no tienen la credibilidad e historial de los bancos... pero a cambio suelen ofrecer mejores condiciones.

Y eso es un aliciente genial para los gastos financieros 🙃

#5 Ve supervisando con KPIs

Decíamos que tenías que registrar cada gasto financiero, ¿no?

El siguiente paso es que definas una serie de indicadores financieros relacionados y les hagas seguimiento.

Si lo haces en tiempo real, contarás con margen para hacer correcciones sobre la marcha y tomar decisiones que no pongan en peligro el flujo de caja que decíamos antes.

¿Qué podrías utilizar?

La relación entre gastos financieros e ingresos, por ejemplo.

O los gastos financieros totales.

O el ratio de endeudamiento, que marca la proporción de deuda en relación con el total del capital propio.

O el coste promedio de financiación, que te dice cuánto te cuesta financiar la empresa en promedio, ponderando las distintas fuentes.

En fin, que son solo ideas; aquí hablamos con más calma de los KPIs financieros.

#6 Rizando el rizo: identifica patrones y haz proyecciones

Patrones en los gastos financieros, sí.

Cuando tienes varias fuentes de financiación es más que interesante, porque los algoritmos te pueden proporcionar información de lo más útil.

Como el momento del año en que la tesorería tendrá que hacer frente a más pago de deuda.

O qué actividades de la empresa provocan un aumento del gasto, pudiendo prevenir lo que está por llegar y mitigar el riesgo financiero asociado.

Una de proyecciones financieras por aquí ✌️

Cómo deducir los gastos financieros

Venga, que empieza lo bueno.

Decíamos que la buena noticia era que los gastos financieros son deducibles.

¡Bien! 🙌

¿Y la mala?

La mala va de la deducibilidad de los gastos financieros.

Que existen ciertos límites, aunque acaban de entrar en vigor unos cambios que alteran un poco la ecuación.

Pero a ver, vamos a los datos.

En teoría, la Ley sobre el Impuesto de Sociedades indica que tu empresa se puede deducir hasta un 30 % del EBITDA en concepto de gastos financieros, con un máximo de un millón de euros.

Para ver ese beneficio operativo, ya sabes dónde tendrás que hacer la consulta: en la cuenta de pérdidas y ganancias de la contabilidad de la empresa.

¿Y qué ha cambiado desde el 1 de enero de 2024?

En que ahora, para el cálculo del EBITDA no vas a poder incluir ganancias o rentas exentas en la ecuación, algo que antes sí que podías hacer.

Como los dividendos o la transmisión de acciones, por ejemplo; al ser operaciones exentas, ya no se computan para calcular EBITDA a partir del cual te deduces los gastos financieros.

En otras palabras: en un principio, al reducir los conceptos que se incluyen el EBITDA, tu empresa podrá deducirse menos dinero en concepto de gastos financieros.

Aquí te lo cuenta PWC.

La tecnología, de tu lado para analizar, controlar, gestionar y optimizar los gastos financieros

Ya te hemos dejado algún avance por ahí, pero acabamos con una esta obviedad como un piano de grande: para gestionar los gastos financieros, necesitas tecnología.

La necesitas para registrarlos en el sistema, de modo que en cuanto se dé un gasto, no se escape ni por asomo.

La necesitas para calcular cuánto podrás deducirte, en euros. Dicha cantidad, limpia del todo, podrás reinvertirla en los proyectos que quieras, siempre en busca de un aumento de la rentabilidad.

La tecnología también la necesitas para hacer previsiones. Conocer cuánto se te irá un mes de abril cualquiera en intereses con los cientos de transferencias que hacéis se antoja sencillamente fundamental.

Y recuerda que hay más tipos de gastos financieros: intereses de préstamos —esperamos que con buenas condiciones—, amortización de las deudas, la emisión de bonos y acciones... 

Si la tecnología te ayuda a dibujar realidades a corto, medio y largo plazo, te será facilísimo mantener todos los gastos financieros bajo control.

La tecnología también te ayuda a hacer un seguimiento en tiempo real de los gastos financieros, de modo que si algo no sale como estaba previsto, puedas corregir y evitar dar pasos en falso. 

No queramos que una tasa de interés variable se dispare, por ejemplo.

O que de pronto a tu empresa le caiga una sanción por incumplimiento normativo.

Pero si pasa... la tecnología te da todos los medios para decidir rápidamente y no descarrilar.

Y oye, también te ayuda con la optimización de la deducción de los gastos financieros. Con todos los gastos e ingresos bien registrados, podrás calcular el EBITDA —sin las rentas exentas, recuerda— fácilmente, sin dejarte nada. 

Y optimizar así la cantidad que te vas a deducir, claro.

Por no hablar de que la tecnología, una vez llega a las finanzas de la empresa, lo hace para quedarse.

Con la automatización de procesos por bandera, quita de encima las tareas más tediosas a tu equipo, reduce los errores humanos y mejora la eficiencia.

Mira tú con los gastos financieros de la empresa; ¿cómo los gestionarías sin tecnología? ¡Uf! 😱

Y si te apoyas en Pleo, evitas todo lío

A ver, si mentalmente has pronunciado pleo igual no le ves sentido al título, porque en realidad la pronunciación es plío.

Plíííííííío, que rima con lío 😶‍🌫️

Es una solución de control de gastos que te vendrá de maravilla para registrar todos los gastos de la empresa, incluyendo los financieros.

Si te pasas a Pleo, despídete de los típicos problemas, errores y confusiones en contabilidad. Y de las notas de gasto, pues desaparecen.

Si te vienes a Pleo, dile hola a la gestión inteligente de todos los gastos de empresa.

Dile hola al análisis de gastos financieros bieeen detallado.

Dile hola a la optimización del gasto financiero en el balance general.

Y saluda también a la reducción de la cuota que debes pagar de Impuesto de Sociedades año tras año. Más beneficio, más beneficio.

Aaay, los gastos financieros y esta solución de control de gastos... como anillo al dedo, oye.

Para todos esos saludos, por aquí: por la gestión de gastos con Ple(íííí)o 🫶

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