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Pim, pam, Pleo: así es la vida con nuestra tarjeta de gastos para empresas

Características, beneficios y funcionalidades geniales; sí, estamos muy orgullosos de todo eso. 

Pero el día a día de una empresa cambia —y mucho— con las tarjetas de Pleo. 

Y para eso estamos aquí. Para contarte la historia de los tres beneficiarios estrella de nuestras tarjetas. 

Hablamos de los managers, los miembros del equipo y, por supuesto, aquellos a los que más les preocupan los gastos: la gente de finanzas y contabilidad.

¿Te animas a conocerles? 🤭

Por un lado tenemos a Marta, una manager cuyo equipo utiliza tarjetas Pleo

La buena de Marta es feliz y está contenta.

Tenía sus dudas cuando empezó en su nuevo puesto, como jefa del equipo de ventas de una empresa tecnológica en pleno crecimiento. 

Demasiadas notas de gastos y muchos interrogantes al final de cada trimestre para ver si se aprobaban o no.

Ella, como manager, al principio tenía muchos papeles que gestionar cuando tocaba la contabilidad del trimestre, como cuando tenía que validar notas de gastos de su equipo.

Era tanto el papeleo que casi parecía que fuera ese su trabajo.

Sieeempre era un dolor de cabeza la gestión de tantos papeles 😓

Pero entonces llegaron las tarjetas de empresa de Pleo y todo cambió.

Asignó un presupuesto mensual a cada trabajador a su cargo, le dio una tarjeta y empezó a despreocuparse.

Ya no le daba miedo que un miembro del equipo se excediera en un viaje de trabajo y se creara una disputa a su vuelta.

¿Por qué?

Porque, en efecto, alguna que otra vez se excedían. Pero al ver que, por ejemplo, el hotel reservado era excesivamente caro, Marta no aprobaba el gasto en la app y la persona podía cancelarlo a tiempo y reservar otro más de acuerdo al presupuesto.

Y todos contentos 👏

Marta, además, podía ir controlando desde su panel de administradora el gasto en tiempo real de todo su equipo.

Las previsiones de gasto se iban haciendo realidad con el paso de los días y, conforme se acercaba la fecha de cierre trimestral, más tranquila estaba de ver que iban a llegar sin sobrepasar el límite.

Su tranquilidad también venía de la extinción de otro problema: los tickets en papel.

En dos o tres meses hay tiempo de sobra para que los datos se borren en un ticket de baja calidad que se guarda en la cartera, y al final de cada trimestre siempre había papeles en los que no se leía nada.

El trabajador decía que ahí antes ponía «40 €» y había que creerle. No había otra.

Ahora su equipo paga con sus tarjetas, le hacen una foto al ticket, factura o factura simplificada… y en cuanto Marta lo apruebe, se deshacen de él y adiós problema.

Y mira, mira: Cristina —que sí que existe en realidad, pues nuestra querida Marta es ficticia— opina algo parecido.

Los reembolsos a su equipo eran otro pequeño dolor de cabeza para Marta a.P. —antes de Pleo—, porque su equipo tenía que adelantar dinero propio y a veces tardaba una eternidad en volver a sus cuentas bancarias.

Pues d.P. —después de Pleo—, la inmediatez de la app y los balances personales resolvieron el inconveniente.

De ahí su tranquilidad y felicidad como responsable del equipo de ventas, que además, ahora que ella puede enfocarse en optimizar procesos y estrategias, funciona como un tiro.

Marta, check

Por otro lado tenemos a Marcos, del equipo de ventas 

A Marcos tampoco le van particularmente mal las cosas, la verdad.

El salario como comercial de ventas en la misma empresa en la que trabaja Marta —su manager— es bueno, la flexibilidad laboral le permite vivir la vida que quiere, y además se siente muy valorado.

Marcos tiene en su poder una tarjeta de empresa y libertad para usarla siempre que crea necesario.

Ya no siente que tenga que justificar ni ante contabilidad ni ante Marta cada pequeño gasto con su correspondiente ticket.

Su primer viaje de trabajo con una tarjeta Pleo en la cartera —y en el móvil— lo hizo a Valencia.

Le tocó desplazarse para visitar clientes, a ver si así conseguía cerrar la venta de 10 suscripciones anuales a un grupo empresarial con sede en la capital del Turia.

Hizo el trayecto en coche desde Madrid, y estuvo encantado en todo momento.

Marta le aprobó el kilometraje estimado antes de salir, por lo que ya conocía su compensación económica.

Cuando paró a poner gasolina no pagó con su propio dinero, sino con la tarjeta Pleo que le había dado Marta.

Esta aprobó el pago porque sabía que estaba de camino a Madrid: el propio Marcos se lo había recordado en un comentario al subir el ticket.

También utilizó la tarjeta para pagar la comida de ese día —aprovechó para comer con un amigo suyo que vivía allí— y el hotel, un cuatro estrellas en la zona centro.

Le daba miedo excederse porque se pasaba 10 € de lo fijado en la política de gastos, pero al subir el ticket añadió una nota que justificaba el gasto —hotel situado junto a las oficinas del cliente y relación calidad/precio inmejorable— y Marta aceptó.

A la mañana siguiente se obró el cierre de ventas y se volvió a Madrid bien contento pensando en su comisión 😊

De camino, en cambio, la cosa se puso fea porque en la gasolinera el datáfono no funcionaba y le tocaba pagar con el único billete de 50 € que llevaba encima.

Se acordaba de lo dramáticos que eran los reembolsos en su anterior trabajo; pero aquello ya había pasado, afortunadamente.

Ahora solo tenía que subir el gasto en efectivo a la app, decir que lo había hecho con su propio dinero y en cuanto Marta lo aprobase, su balance personal con la empresa quedaba actualizado.

Qué maravilla. Ni notas de gastos, ni esperas de semanas, por lo que podía dedicarse a aquello en lo que era realmente bueno: vender.

Daniel, otro cliente real, opina lo mismo que él:

Marcos, además, se sentía más independiente que nunca, respaldado para tomar las decisiones que creyera convenientes.

Eso sí era libertad, y confianza (y encima bien pagado).

¡Maravilla! 🙌

Marcos, check

También tenemos a Jose, el director financiero

Jose también se levanta sin pesar por las mañanas.

Es el director financiero de la tecnológica en la que trabajan Marta y Marcos y le gusta lo que hace. Mucho, además.

Pero no siempre fue así 😐

Llegó a la empresa hace unos meses para ejercer del «poli malo de la peli». 

Como nuevo director financiero, sentía que le pagaban para diseñar y ejecutar estrategias de crecimiento económico, pero lo que hacía era otra cosa.

Se pasaba horas y horas pidiendo a los jefes de equipo que se aseguraran de que sus trabajadores rellenaban bien las notas de gastos, que si no luego la contabilidad de la empresa sería un drama.

O que todos guardaran los tickets y facturas fuera de la cartera, o que tuvieran paciencia para los reembolsos.

Todo, menos centrarse en aquello en lo que era bueno: diseñar un plan que diera un empujón a la empresa y llamara la atención de nuevos inversores.

Sentía que tenía que perseguir a sus compañeros de trabajo para cumplir con los objetivos financieros de la empresa, y eso le amargaba su día a día.

Pero de pronto apareció Pleo y convenció a la empresa de utilizar sus tarjetas para empleados 😇

La desaparición de los justificantes en papel fue una bendición para sus relaciones con Marta y resto de trabajadores, ya que el problema del papeleo desapareció de un plumazo.

Y si había habido pagos en efectivo, otro tema que le traía de cabeza, los reembolsos eran maravillosamente rápidos. Tanto, que él no tenía que dar la orden final, sino que eso correspondía al propio empleado.

Pero lo que más le gustaba, sin duda, era la forma en la que se llevaba ahora el control de gastos y su contabilidad.

No solo del gasto de los comerciales, sino de cualquiera que acometiera la empresa: suscripciones, gastos en material, viajes, gastos de representación, etc.

La gente de contabilidad ya no tenía que meter los gastos a mano.

Ahora solo hay que dar el ok a los gastos aportados por cada equipo —sin tickets, recordemos— y hacer clic en un botón desde el panel de gestión… para que Pleo exporte un archivo que se integra a la perfección en el programa de contabilidad de la empresa.

Sin errores humanos, que al final le perjudicaban a él a la hora de establecer objetivos y cumplirlos.

¿Magia? ✨

No; es Pleo. Mira, otra protagonista de carne y hueso, Janina, opina como Jose:

¡Qué bonito era su trabajo desde que llegó Pleo!

Pudo centrarse en sanear la caja, abrió nuevas líneas de financiación para la empresa, desarrolló una nueva estrategia de precios, y ea, todo empezó a fluir.

Ahora sí se sentía realizado.

Y cuánto habían mejorado sus relaciones con el resto de la plantilla, algo que le venía fenomenal para ir feliz a trabajar.

¿Malo de la película? Nunca más.

Jose, check

Pim, pam, Pleo

Startup en proceso de crecimiento, empresa líder en el ámbito internacional, equipos pequeños, equipos grandes… lo mismo da.

Tengas el tipo de empresa que tengas, mientras haya personal y se generen gastos, Pleo es la solución.

La solución para eliminar el papeleo y los errores asociados 👋

La solución para hacer más felices a los trabajadores y responsables 🥰

La solución para aliviar el trabajo de tu equipo de contabilidad 🥹

Y la solución para que tu empresa ahorre tiempo y dinero desde el día 1 d.P. 

Si quieres protagonizar un vídeo como los anteriores, ya sabes: tarjetas de empresa para tu equipo y pim, pam, Pleo 🤟

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