Gestión de tesorería: cómo gestionar la tesorería de una empresa

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Gestión de tesorería empresarial: qué es, objetivos y funciones
13:31
El poder de tomar mejores decisiones de negocio
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¿Cuando tu empresa se asegura de tener dinerito en la cuenta para pagar las facturas se puede decir que está gestionando bien la tesorería? 

Claro que no.

En entornos como el actual, donde el mundo cambia de la noche a la mañana, la tesorería de las empresas es una de sus armas estratégicas.

Armas, ojo: hablamos de que gestionar la tesorería con acierto implica tener un control total de la liquidez, sí, pero también poder anticiparte a los problemas y contar con la agilidad suficiente para aprovechar las oportunidades que presente el mercado.

Ya no se trata solo de cuadrar números a final de mes. 

La gestión de tesorería moderna es una disciplina clave para proteger el negocio, ganar en eficiencia y planificar el futuro

Y como tal, necesita herramientas, visión y —muy importante— tiempo, tanto para pensar como para ejecutar.

Qué, ¿nos metemos en harina con la gestión de tesorería?

Vamos a ver qué es, sus ventajas, las funciones de tesorería, los objetivos y cómo gestionarla como el mejor líder financiero habido y por haber.

Deeeentro gestión de tesorería.

¿Qué es gestión de tesorería?

Mira, que te lo ponemos fácil. 

Cortita y al pie: la gestión de tesorería es el arte de controlar los flujos de efectivo de una empresa para garantizar su viabilidad, eficiencia y crecimiento.

Implica saber, en todo momento, cuánto dinero entra, cuánto sale y cuándo. 

Pero también implica anticiparse: prever necesidades futuras, decidir qué hacer con el excedente y protegerse frente a posibles riesgos financieros.

Una tesorería empresarial bien gestionada permite:

  • Tener claro el calendario de pagos y cobros
  • Optimizar la liquidez y minimizar tensiones de caja
  • Cumplir con proveedores, empleados e inversores sin sobresaltos
  • Evitar costes financieros innecesarios
  • Aprovechar oportunidades de inversión o crecimiento

Y lo más importante: una buena gestión de tesorería te permite tomar decisiones con datos reales, no intuyendo.

Porque si no sabes cómo se mueve tu dinero, no puedes dirigir tu empresa con seguridad.

En el día a día, gestionar bien la tesorería significa estar encima de los vencimientos, controlar la morosidad, prever escenarios de tensión o abundancia y adaptar la operativa financiera para evitar sustos. 

Y atención, que todo esto no se logra con una hojita de Excel y un poco de intuición. Hace falta tecnolo… 

Sigamos, sigamos.

Beneficios de hacerlo de cine al gestionar la tesorería empresarial

Para empezar, una tesorería empresarial bien gestionada te da oxígeno. 

Liquidez disponible para afrontar gastos, pagar nóminas, invertir o simplemente dormir mejor por las noches. El estrés de mirar la cuenta a final de mes desaparece.

Pero eso es solo el principio.

Cuando sabes en qué punto exacto está tu tesorería, puedes tomar decisiones estratégicas con confianza: adelantas compras, renegocias condiciones con proveedores, ajustas inversiones o aprovechas oportunidades de crecimiento sin miedo a quedarte seco.

También reduces riesgos. Una empresa con visibilidad de sus flujos de caja evita tensiones innecesarias, minimiza el uso de financiación externa y mejora su imagen ante bancos e inversores.

Y por si fuera poco, ganas capacidad de planificación con previsiones fiables y datos financieros en tiempo real.

Así que sí, gestionar la tesorería con cabeza te da poder, control y margen de maniobra. Y eso, en el mundo financiero, es muy 🖤

Funciones de la gestión de tesorería

Hasta aquí está claro, ¿no?

La gestión de tesorería no va de solventar problemillas o situaciones con posibles pagos. Va más allá; va de tomar el control

Pero ¿qué tareas implica realmente en el día a día?

  • Supervisión de la liquidez disponible: controlar cuánta caja hay hoy, cuánta se espera mañana y cómo se alinean esos fondos con los pagos e inversiones planificadas
  • Previsión de tesorería y planificación de flujos: proyectar entradas y salidas de efectivo para anticipar desequilibrios y tomar decisiones con margen
  • Gestión de cobros y pagos: organizar y automatizar los ciclos de cobro y pago para optimizar la liquidez y evitar tensiones de caja innecesarias
  • Gestión de riesgos financieros: identificar, evaluar y mitigar riesgos como los tipos de cambio, tipos de interés, inflación o impagos
  • Relación con bancos y entidades financieras: negociar condiciones, revisar liquidaciones, mantener líneas de crédito operativas y controlar que se cumpla lo pactado
  • Generación de informes: elaborar informes de situación, previsiones de tesorería y otros documentos esenciales para finanzas
  • Apoyo a decisiones de inversión y financiación: aportar datos y análisis para decidir cuándo invertir o cuándo es mejor esperar

Cada una de estas funciones permite ganar visibilidad, reducir incertidumbre y afinar las decisiones estratégicas. 

En otras palabras: dominar la tesorería es dominar también el ritmo de la empresa.

Los objetivos de la gestión de tesorería en las empresas 

Piénsalo así: si las funciones de tesorería son las piezas, los objetivos son la imagen final del puzle. 

El primer gran objetivo es garantizar la disponibilidad de efectivo. Sin liquidez no hay movimiento que valga. La empresa necesita poder pagar e invertir; necesita moverse. 

Y eso solo se consigue con previsión, control y un margen de seguridad que permita respirar incluso en momentos donde la volatilidad es desmesurada.

El segundo objetivo es reducir el riesgo financiero, como apuntábamos antes. 

Una tesorería bien gestionada no deja espacio a las sorpresas: anticipa vencimientos, vigila los tipos de interés, monitoriza el impacto de la inflación y minimiza cualquier susto que puedan dar los mercados.

El tercer objetivo también está claro: optimizar el uso del capital

No vale con tener dinero en la cuenta, no. Hay que saber usarlo bien, moverlo, invertirlo si procede, liquidar deuda si conviene o dejarlo como colchón si la situación lo exige.

Y por supuesto, está el objetivo más interesante y que, a su vez, tantas empresas parecen pasar por alto: el de darte visibilidad a ti, líder financiero, para que tomes decisiones estratégicas con criterio.

Porque cuando la claridad sobre la tesorería es total, puedes planificar, anticiparte y actuar sin dudar.

Cómo gestionar la tesorería de una empresa

Gestionar bien la tesorería no es algo que se pueda improvisar. 

Hace falta método, herramientas y tener una mentalidad proactiva. 

¿Empezamos?

#1 Controla los cobros de forma obsesiva

Tener clientes que pagan está muy bien, pero que te paguen a tiempo es mucho mejor. 

La gestión de tesorería empieza por ahí: por asegurarte de que lo prometido se cumple y que no se te escapan ingresos por falta de seguimiento.

Esto implica llevar un control estricto de los vencimientos, hacer avisos preventivos antes de que llegue la fecha y actuar rápido si alguien se retrasa. 

Las empresas que se toman en serio el control de cobros no solo tienen mejor liquidez; también proyectan solidez y profesionalismo.

Y si trabajas con un gran volumen de clientes, automatizar esta parte te puede quitar un peso enorme de encima. Ahí queda 😎

#2 No te salgas del plan de pagos

Pagar fuera de plazo a tus proveedores no solo deteriora la relación con ellos: puede cortarte líneas de suministro, créditos o condiciones de lo más ventajosas que no volverás a encontrar. 

Y lo que es peor: puede forzarte a improvisar pagos urgentes que revienten tu liquidez 😭

Tener un plan de pagos bien diseñado —y revisado de forma periódica— te da control, previsión y margen de maniobra. 

Debe estar alineado con tus previsiones de cobros y contemplar escenarios alternativos por si pasara cualquier cosa, que ya sabemos que desde 2020 el mundo más apocalíptico viene pisando fuerte.

La clave aquí es coordinar bien al equipo financiero, para que nadie haga pagos sin validar primero su impacto en la tesorería. 

Y sí, también se puede automatizar el control de vencimientos cuando eres tú quien tiene que sacar la cartera 🙃

#3 Negocia con tus bancos

No vale con tener una cuenta abierta y usar la línea de crédito de siempre. 

Una gestión de tesorería profesional exige negociar —y renegociar— condiciones bancarias con criterio y datos en mano.

Presentar previsiones sólidas, demostrar control y justificar bien tus necesidades financieras puede ayudarte a conseguir mejores tipos de interés, más flexibilidad o productos adaptados a tu situación real.

Además, revisar con frecuencia lo que te están cobrando —y lo que te prometieron— evita que te cuelen comisiones innecesarias o errores en la liquidación de servicios.

#4 Presupuesta la tesorería como si fuera un plan de negocio

Muchas empresas hacen presupuestos de ventas, de marketing, de operaciones… pero se olvidan de la tesorería.

ERROOOOOR ❌

Tener un presupuesto de tesorería es fundamental: es lo que te permite prever si vas a tener suficiente liquidez, si vas a necesitar financiación extra o si vas a poder afrontar esa inversión que tienes en mente.

Es una herramienta vital para anticiparse y no tener que ir a última hora a pedir un préstamo cuando ya es tarde y la necesidad aprieta, lo que repercute negativamente en las condiciones que obtengas.

Además, bien trabajado, el presupuesto de tesorería se convierte en un argumento muy potente ante socios, bancos o inversores 😏

#5 Cúbrete frente a los cambios de moneda y tipos de interés

¿Tu empresa opera en varios países o trabaja con distintas divisas? ¡Ojo! 

Una variación brusca en el tipo de cambio puede cargarse tus márgenes en un abrir y cerrar de ojos.

Lo mismo con los tipos de interés: si estás expuesto a financiación variable, necesitas tener una estrategia de cobertura o, dicho con otras palabras, un plan B.

Una gestión de tesorería moderna contempla estos riesgos, los cuantifica y decide cuándo tiene sentido cubrirlos —y cómo—. 

#6 Automatización inteligente: mucho más que escanear facturas

Cuando hablamos de tecnología en la gestión de tesorería, no se trata solo de digitalizar los procesos que antes se hacían en papel. 

Se trata de incorporar herramientas con automatización financiera inteligente, capaces de tomar decisiones, detectar patrones y anticipar problemas.

Por ejemplo, un software avanzado no solo registra que hay una factura pendiente, sino que puede analizar su vencimiento, cruzarla con la previsión de caja y alertar de posibles problemas de liquidez.

Además, estas herramientas integran IA financiera para reconocer errores, fraudes o duplicidades, e incluso para categorizar operaciones automáticamente sin intervención humana.

Esto libera a tu equipo del trabajo mecánico y le da poder para actuar de forma activa desde el análisis. 

El papel del software de gestión de tesorería

No queda otra: una buena gestión de tesorería pasa necesariamente por contar con un software especializado. 

No basta con tener visibilidad de lo que tienes en el banco: lo que marca la diferencia es tener herramientas que conecten todas las piezas del flujo de caja y te ayuden a tomar decisiones en tiempo real.

Un programa de gestión de tesorería permite agrupar cobros, pagos, previsiones, conciliaciones bancarias y alertas en un único lugar. 

Esto no solo ahorra tiempo, sino que reduce errores humanos y mejora la capacidad de anticipación ante posibles desajustes de liquidez.

Además, muchas de estas plataformas ofrecen análisis de escenarios, planteamiento de modelos predictivos o conexión con ERPs y bancos, lo que convierte a la tesorería en todo un centro de inteligencia financiera.

El resultado es una empresa más ágil, capaz de reaccionar rápido y de optimizar mejor su capital.

¿Quieres ideas?

Aquí te hablamos de programas de tesorería laaaargo y tendido; que no se diga.

Pleo, el software que pone la tesorería en piloto automático

¿Qué decíamos?

Que para tener la tesorería bajo control hace falta tecnología financiera.

Una tecnología que automatice procesos y libere tiempo para que tu equipo y tú os centréis en otros aspectos donde se requiera más de vuestra intervención.

Pues ahí es donde entra Pleo, que no es un programa de tesorería tradicional, pero sí una solución que ayuda a controlarla desde el origen: el gasto.

Porque si los movimientos no se gestionan bien desde que ocurren, es imposible tener una tesorería saneada y previsible.

Con Pleo puedes centralizar el control de gastos de empresa —tarjetas, facturas, reembolsos...—, automatizar el registro de esos movimientos, clasificarlos y conectarlos con tu ERP o software contable. 

Así, la información fluye sola y tú puedes dedicarte a tomar decisiones en lugar de gestionar tickets como si no hubiera un mañana.

¿Y lo mejor? 

Que toda esa información sobre los gastos queda recogida en tiempo real. 

Nada de esperar a final de mes para saber cómo está —y estará— el flujo de caja de la empresa.

Con Pleo de tu lado, la gestión de tesorería de tu empresa será más fácil que nunca. Prueba su gestión de gastos y ojito, que no vamos de farol.

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