ERP contable: cómo mejorar la gestión contable de tu empresa

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ERP contable: cómo mejorar la gestión contable de tu empresa
15:03
El poder de tomar mejores decisiones de negocio
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Nuevas ideas y consejos de 2.650 responsables de finanzas de toda Europa

Si lideras las finanzas de tu empresa, tu objetivo debe ser controlar hoy lo que impactará al negocio mañana. 

Y para eso, tienes que hacerte con un ERP contable a la de ya, porque te va a dar visibilidad financiera a raudales en tiempo real y margen de maniobra.

Porque mientras no lo tengas en tu stack, tomas las decisiones dependiendo de que lleguen —o no— las notas de gasto; es decir, demasiado tarde.

Pero tranquilidad, la tecnología al rescate: el ERP de contabilidad y finanzas moderno te permite automatizar, estandarizar y auditar con mucha facilidad. 

Y, sobre todo, te da transparencia para dominar el gasto empresarial, anticipar posibles tensiones de tesorería y medir el rendimiento financiero con criterio.

Vamos a hablar de eso: de cómo convertir tu ERP contable en el centro de control que tu equipo necesita para ganar productividad sin perder rigor.

Deeeeeentro ERP como programa contable.

¿Qué es un ERP contable?

Un ERP contable es mucho más que un simple programa de gestión contable. 

De hecho, piensa en él como el sistema nervioso de las finanzas de tu empresa: conecta ingresos, gastos, facturación, activos y tesorería en una misma plataforma.

La idea es sencilla, pero poderosa: en lugar de tener un programa para facturas, otro para bancos y otro para presupuestos, el ERP lo reúne todo en un único entorno centralizado

Así, cualquier movimiento financiero queda registrado al instante y accesible para quien lo necesite.

Su funcionamiento se apoya en una base de datos común. Cada vez que alguien introduce o actualiza un dato —una factura recibida, un asiento contable o un cobro pendiente—, la información se refleja de inmediato en todos los módulos. 

Esto garantiza coherencia y evita las siempre problemáticas duplicidades.

¿Y qué más hace posible?

  • Registrar transacciones de manera automática
  • Generar asientos y estados financieros sin depender de echar horas de Excel
  • Cumplir con los requisitos fiscales y de auditoría con un par de clics
  • Acceder a informes financieros en tiempo real para ver el estado del negocio

En pocas palabras: un ERP contable convierte la contabilidad de tu empresa en algo más ágil, más fiable y mucho más útil para la toma de decisiones.

Beneficios de utilizar un ERP de contabilidad en tu empresa

Un ERP de contabilidad no es solo una forma de llevar los números al día. El valor lo encuentras en cómo transforma el trabajo del equipo financiero y en el control que te otorga.

Hablemos de sus grandes ventajas, va.

La primero es la visión global: tener ingresos, gastos, bancos y presupuestos conectados en un mismo sitio te permite analizar la salud del negocio de un vistazo.

También está el factor de la precisión

Cuando los procesos son manuales, los errores se cuelan. Es inevitable, salvo que tires de tecnología en forma de ERP contable, donde cada dato se actualiza en tiempo real y la trazabilidad es total, lo que multiplica la fiabilidad de los informes.

Otro beneficio es la agilidad operativa

Tu equipo deja de perder tiempo en tareas repetitivas y lo gana para centrarse en lo realmente estratégico: hacer proyecciones financieras, realizar análisis de escenarios y afinar la planificación financiera.

Y no olvidemos el cumplimiento normativo, claro: un ERP contable se ajusta a los marcos fiscales y legales vigentes, reduciendo riesgos financieros y asegurando que los cierres contables cuadren sin sobresaltos.

Vaya joyita de software de empresa, ¿eh? 

Tipos de ERPs contables según su implementación en tu empresa

Softwares ERP hay muchos. Centrados en finanzas y especializados en la contabilidad de los negocios, ya no tantos.

Y una buena forma de clasificarlos a todos es según cómo se implementan en las empresas, dependiendo de las necesidades, del tamaño y de la madurez digital.

De esta forma, nos encontramos tres tipos de ERP contables:

  • ERP instalado en tus propios servidores: el clásico de toda la vida. Compras la licencia, lo instalas en tus propios ordenadores y tú te encargas de todo: mantenimiento, actualizaciones y seguridad. Suele ser la opción de las empresas con un equipo IT potente y obsesión por tener el control al 100 %.
  • ERP en la nube: el modelo SaaS que arrasa en nuestros días. Pagas una suscripción mensual o anual y accedes desde cualquier dispositivo con conexión a Internet. La gran ventaja: olvídate de servidores propios, de copias de seguridad manuales y de dolores de cabeza con actualizaciones, que va incluido todo en el precio que pagas por la suscripción.
  • ERP híbrido: un mix de los dos mundos. Una parte se aloja en tu infraestructura y otra se gestiona en la nube. Suele ser la alternativa para empresas con varias sedes o que necesitan flexibilidad extra en su gestión financiera.

Lo importante no es elegir el más moderno, sino el que mejor encaje con tu realidad.

No tiene sentido montar un sistema local carísimo si tu equipo trabaja en remoto, igual que tampoco conviene depender al 100 % de la nube si tu sector exige un control extremo de la infraestructura.

Al final, lo que buscas es un balance entre seguridad, accesibilidad y escalabilidad.

Luego vemos opciones, pero de momento vayamos a las características comunes entre unos ERPs y otros.

Módulos principales de los ERP contables y financieros

Un ERP contable no es el sombrero de un mago, que metes la mano y parece hacer magia ✨

Está compuesto por distintos bloques que, bien conectados, convierten la contabilidad de tu empresa en esa fuente de visibilidad y control que buscamos. 

Estos son los más relevantes.

La columna vertebral contable

Aquí está el núcleo duro: el libro mayor, los asientos contables y los estados financieros

No suena glamuroso, pero es lo que da coherencia a todo lo demás. 

Con el ERP, cada movimiento —una factura, un pago o un cobro— se registra al instante y se integra sin errores.

El resultado: balances fiables y cierres a toda velocidad, libres de errores manuales. 

Y sobre todo, que no dependes de hojas de cálculo desperdigadas, sino de un sistema único y centralizado.

Pagos ordenados, proveedores tranquilos

Gestionar a manini las cuentas a pagar es un deporte de riesgo.

Con el ERP, cada factura que entra se valida, se programa y se conecta con tus bancos o medios de pago. 

Así sabes en todo momento qué compromisos tienes y cuándo debes cubrirlos.

Esto te permite optimizar el flujo de caja: pagar en el mejor momento posible, evitar intereses por retraso y hasta negociar descuentos por pronto pago sin miedo a descuadrar nada.

Cobros bajo control

El módulo que más agradece la gestión de tesorería

El ERP no solo emite facturas automáticamente; también envía recordatorios y marca alertas cuando hay riesgo de impago. 

Dejas de depender de que alguien se acuerde de reclamar, que si se le pasa... corréis el riesgo de no cobrar.

Esto acelera la entrada de dinero y mejora tu visibilidad sobre la liquidez real, algo fundamental para tomar decisiones rápidas y sin sustos.

Activos bien gestionados

Tus equipos, tus oficinas, tu flota… todo tiene un valor que influye en la foto financiera final. 

El ERP te ayuda a registrar, amortizar y seguir el ciclo de vida de cada activo, con lo que evitas sorpresas en depreciaciones o mantenimientos.

La gran ventaja es que esa información fluye directamente a los informes generados en el ERP financiero, lo que te da una visión más realista del patrimonio.

Visión de la liquidez en tiempo real

Saber qué entra y qué sale de caja en cada momento es vital. 

Con este módulo, el ERP conecta bancos, nóminas, cobros y pagos para darte un panel en vivo del flujo de efectivo.

Esto no es solo control; es anticipación. 

Si ves tensiones de liquidez en el horizonte, puedes reaccionar antes de que exploten.

Informes que sí sirven

Un ERP no debería limitarse a sacar balances estándar. Los sistemas modernos permiten cruzar datos por departamentos, proyectos o períodos y ofrecer reportings financieros que aportan contexto.

Lo que antes llevaba horas de Excel ahora se genera en segundos, con la tranquilidad de que los números son consistentes. 

Y con un plus: algunos ERPs ya integran IA financiera para detectar anomalías en tiempo real.

Presupuestar sin bola de cristal

La planificación financiera deja de ser un ejercicio de fe.

Un ERP compara lo previsto con lo real, muestra las desviaciones y te deja simular escenarios con datos del todo fiables.

De este modo puedes ajustar la estrategia financiera de forma dinámica, en lugar de esperar al cierre trimestral para descubrir, mientras un sudor frío recorre tu espalda, que el presupuesto, en realidad, no encaja.

Cumplimiento sin dolores de cabeza

El último bloque es menos vistoso, pero igualmente clave: el ERP facilita auditorías, genera trazabilidad de cada asiento y se actualiza con las normas fiscales.

Así reduces el riesgo de recibir sanciones y afrontas cualquier revisión con seguridad.

Lo que antes era un trabajo extra y lleno de estrés, ahora se convierte en un proceso automático y totalmente transparente.

Como ves, los módulos de un ERP contable son como las piezas de un engranaje más grande: cada una cumple su función, pero lo importante es cómo encajan entre sí para darte una visión completa y coherente de las finanzas del negocio.

Con ellos pasas de gestionar tareas sueltas a tener un sistema contable en una empresa —y muuuucho más allá— realmente vivo, donde los datos fluyen sin duplicidades y la información está siempre disponible para tomar decisiones rápidas y con fundamento.

¿Cuál es el mejor ERP de finanzas y contabilidad? Ejemplos de ERP contables

La pregunta del millón: ¿qué ERP elegir? 

Lamentamos decirte que no hay un único «mejor», porque depende del tamaño de tu empresa, de tu sector y de lo que quieras priorizar: control, flexibilidad, escalabilidad…

Lo que sí podemos hacer es repasar algunos de los nombres que más resuenan en el terreno financiero actual:

  • SAP Business One: un clasicazo para grandes empresas. Robusto y con mil funcionalidades, pero también con una implantación compleja y que exige un buen presupuesto.
  • Oracle NetSuite: muy fuerte en empresas que operan en varios países gracias a su potencia en consolidación y normativa internacional.
  • Holded: ERP pensado para pymes y startups. Es ligero y fácil de usar, y tiene una buena integración para la facturación.
  • Sage Intacct: sólido en generación de informes y planificación financiera, tiene una curva de aprendizaje más amable que otros gigantes.
  • Microsoft Dynamics 365: combina contabilidad con CRM y gestión de operaciones. Es especialmente interesante si ya trabajas mucho en el ecosistema Microsoft.
  • Pleo: no es un ERP en sí, pero sí que se integra como la pieza que muchos ERP no cubren bien. Hablamos de, en efecto, la gestión de gastos de empresa en tiempo real. Con sus tarjetas inteligentes, las políticas automáticas y la conciliación directa, ayuda a que tu ERP trabaje con datos financieros más limpios y actualizados.

¿Cuál elegir?

No te precipites: no has de quedarte con el mejor, sino el que mejor encaje con tu estructura empresarial.

¿Vemos más criterios?

Cómo elegir tu ERP contable

Está clarinete: necesitas un ERP contable y ya has visto alguna opción.

Ahora toca decidir con cuál te quedas.

¿En qué criterios puedes basarte para elegir, si a priori todas parecen encajar con tu negocio?

El primer punto es que esté alineado con tus procesos.

No sirve de nada implantar el software más famoso del momento si no se ajusta a tu forma de trabajar. 

Analiza cómo gestionas actualmente las facturas, cobros, presupuestos y tesorería. El ERP tiene que adaptarse a ti; no al revés.

También importa la facilidad de uso.

Si tu equipo no lo entiende o le resulta farragoso, no lo va a utilizar. Y un ERP vacío de datos no sirve de nada.

Busca una interfaz clara y que incluya formación suficiente para que la adopción sea rápida.

Otro criterio importante es el soporte y las actualizaciones.

Un ERP no es de «lo compro y me olvido». Necesitas que el proveedor responda cuando hay incidencias y que el sistema se actualice con los cambios fiscales. 

De lo contrario, se quedará obsoleto a la que te des cuenta y tendrás que migrar a otro sistema.

La escalabilidad también pesa.

Tu negocio no va a ser igual en cinco años y lo lógico es que el ERP crezca contigo: más usuarios, más sedes y más módulos. 

Lo último que quieres es que se convierta en una camisa de fuerza cuando quieras dar el salto.

Y no olvides los costes, claro.

Eso sí, mira más allá del precio inicial y ten en cuenta el mantenimiento, la formación, las integraciones y demás extras. 

Muchas veces lo barato sale caro, y otras veces —no siempre— pagar un poco más significa ganar en eficiencia y tranquilidad.

Por último, fíjate en la integración.

Tu ERP no vive aislado, así que cuanto mejor se conecte con tu CRM, tus bancos, tus apps de control de gastos o tu software de gestión de recursos humanos, más fluida será la operativa y menos datos duplicados tendrás.

¿Lo vas teniendo más claro?

Elijas lo que elijas, hay algo en lo que no puedes fallar de ninguna manera: acompañar tu ERP contable de Pleo.

Pleo, de la mano de tu ERP contable

Un ERP contable es la base, pero por sí solo no resuelve todos los problemas. 

La gran mayoría de las opciones del mercado se quedan cortísimas en un área sencillamente imprescindible: el control y la gestión de los gastos de empresa. 

Ahí hace su aparición Pleo.

Piensa en Pleo como el complemento que alimenta a tu ERP contable con datos mucho más limpios y en tiempo real

Cada pago con tarjeta inteligente de Pleo queda registrado al instante, con el ticket adjunto y la política de gastos aplicada automáticamente.

Esto significa que tu ERP recibe información verificada, sin tener que esperar a que tu equipo entregue su nota de gastos tras un viaje o a final de mes. 

La conciliación deja de ser un maratón de Excel y se convierte en un flujo continuo en el que no se cometen errores: maravillas de la automatización financiera.

Además, Pleo te da una visibilidad que normalmente los ERPs no ofrecen: desde pequeños gastos de equipo hasta grandes gastos de viaje, todo queda bajo control, sin fricciones para nadie. 

Tú ganas control y transparencia, y tu equipo gana autonomía y sencillez operativa.

Vamos, que no, no puedes prescindir de Pleo.

El ERP contable te da el marco estratégico para gestionar las finanzas, y Pleo lo potencia con la capa de control y gestión de gastos que faltaba.

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