De la supervivencia al crecimiento: cómo puede transformar un CFO la tesorería en una ventaja competitiva
Permítenos arrancar este post sobre el papelón de la tesorería de las empresas con un dato revelador:
El 42 % de las empresas no cuenta con suficiente visibilidad financiera para tomar decisiones informadas.
El dato está sacado de un estudio propio en el que han participado 3.250 profesionales de las finanzas en empresas de toda Europa... y da que pensar, ¿no?
¿No es altísimo el dato?
Se debe a que sigue habiendo muuuchos líderes financieros atrapados en las interminables tareas administrativas, en lugar de dedicarse a pensar en el futuro de la empresa.
¿Cómo salir de ese presente asfixiante y ponerse a los mandos de la estrategia que guíe a la empresa hasta los márgenes de rentabilidad mucho más amplios?
Transformando la tesorería, algo que puedes hacer al centralizar la información financiera, automatizar procesos y utilizar los superávits de caja a lo pro.
¿Lo vemos?
El reto de la tesorería actual
Sí, la tesorería debería ser la brújula de la empresa. El área que anticipa riesgos financieros, calibra la liquidez y ayuda al CFO a jugar en el terreno de la estrategia.
Pero... la realidad es bien distinta.
En la mayoría de empresas, la tesorería sigue enterrada en tareas operativas: pagos manuales, conciliaciones bancarias, generación de informes financieros poco prácticos... ¿te suena?
Centrarse en esas tareas aburridas —pero igualmente necesarias, sí— provoca una falta total de visibilidad en tiempo real de lo que sucede en las finanzas de la empresa.
Y cuando llega un problema que no habías previsto por esa falta de visibilidad, no queda otra que echar horas —y posiblemente, dinero— para resolverlo ☠️
El 42 % de los líderes financieros del estudio admite no contar con suficiente información para tomar decisiones con confianza y seguridad.
Es decir, que las empresas solo pueden resolver los problemas cuando ya los tienen encima, o que reaccionan a los cambios drásticos en los mercados demasiado tarde.
¡Maaaaal!
Y ojo, que la cuestión importa y mucho; el 75 % de las empresas del estudio considera que la tesorería es más importante que nunca a la hora de crecer.
Si la tesorería no evoluciona al mismo ritmo que crece la empresa... mal vamos, ¿no?
¿Por qué pasa esto?
- Porque la información financiera está completamente fragmentada y dispersa en múltiples bancos, operaciones en distintas divisas, cuentas de herramientas financieras, etc.
- Porque sigue habiendo una dependencia enorme del Excel y de otros procesos manuales
- Porque los equipos financieros de las empresas invierten demasiado tiempo en calcular los cierres contables y conciliando cuentas, y poquísimo en definir posibles escenarios y hacer proyecciones financieras
Así, como CFO no te queda otra que convertirte en un solucionador de problemas diarios más que en un estratega.
Y la tesorería, a su vez, pierde la oportunidad de ser la primera línea de defensa contra la incertidumbre que impera desde hace años en el mundo.
¿Hay salida?
Sí, pero empieza por reconocer el problema:
- Si tu empresa necesita varios días para consolidar movimientos y posiciones en la caja, vas tarde
- Si sigues dependiendo de los informes mensuales en vez de contar con datos en tiempo real, tu visibilidad está limitadísima
- Y si tu equipo dedica más horas a hacer tareas administrativas repetitivas que a analizar la causa de posibles desviaciones, estás perdiendo mucha ventaja
Este es el presente asfixiante en el que estamos inmersos: un presente en el que demasiados CFOs viven con la vista puesta en el retrovisor, cuando lo que se necesita es mirar hacia adelante.
La buena noticia es que cada uno de estos bloqueos tiene solución, y el primer paso para empezar a anticiparse es construir un sistema de tesorería centralizado.
La centralización como base de la estrategia financiera
El problema está en la tesorería dispersa en mil frentes, el CFO apagando fuegos día a día y el Excel a tope en todos los ordenadores.
¿Cómo salimos de ahí?
Centralizando la información y si no, mira lo que dicen el 70 % de los líderes financieros del estudio: tener una visión única de todas las cuentas, divisas y carteras en un mismo sitio es lo más importante para lograr la visibilidad total.
¿Y qué supone eso en tu día a día?
- Ver en un único panel los estados de todas tus cuentas
- Controlar la liquidez al milímetro sin importar la divisa o el país
- Ahorrarte horas de conciliaciones porque los movimientos entran y se concilian en tiempo real
- Reducir al mínimo el riesgo de cometer errores manuales haciendo pagos a proveedores o generando reportings financieros
Poca broma 😂
Con una tesorería centralizada, como CFO pasarás de esperar los cierres mensuales a tomar decisiones informadas en tiempo real.
Podrás mover liquidez entre cuentas, ajustar previsiones de tesorería basadas en datos fiables y detectar picos de gasto antes de que se conviertan en un problema de verdad.
No hablamos solo de ver gráficos bonitos, sino de contar con una base sólida para todo lo demás:
- Previsiones más realistas, porque parten de datos consolidados y no de suposiciones
- Stress testing financiero para comprobar qué pasaría si los costes energéticos se disparan o si el tipo de cambio juega en tu contra
- Toma de decisiones estratégicas más rápidas, desde meras inversiones hasta la creación de políticas de gasto
Sin centralización, la tesorería vive en modo Frankenstein: fragmentada, lenta y poco fiable.
Con centralización se convierte en todo un radar financiero capaz de detectar turbulencias a tiempo... y permitirte maniobrar.
Piénsalo: ¿prefieres enterarte de que tu caja se está quedando seca cuando ya no hay margen de maniobra, o anticiparlo con semanas de antelación?
La centralización ha dejado de ser opcional: ya es necesaria para que la tesorería pueda evolucionar de solo controlar a convertirse en el auténtico motor estratégico.
Sin esta base, la automatización de procesos que vamos a ver a continuación tampoco sirve de mucho. Porque automatizar datos poco fiables o dispersos solo genera… que tomes decisiones erróneas más deprisa.
Por eso, el primer gran paso hacia una tesorería competitiva está claro: construir una visión única, fiable y en tiempo real de todo el flujo de dinero de la empresa.
La automatización es la liberación del CFO
Centralizar es el primer paso.
El segundo es automatizar todo lo que hoy te come tiempo y energía.
Es obvio que sigue habiendo muchos líderes financieros atrapados en tareas que no aportan valor, y el estudio lo confirma: el 32 % de los CFOs participantes dice que hace más trabajo administrativo que hace cinco años.
¡En pleno auge de la IA en finanzas y la digitalización financiera, ojo!
¿De qué tipo de tareas administrativas hablamos?
- Revisar facturas línea a línea
- Conciliar pagos manuales
- Perseguir facturas simplificadas que justifiquen las notas de gastos del equipo
- Preparar informes de gastos interminables en Excel
Todo esto roba horas que deberías dedicar a analizar desviaciones en el control presupuestario, preparar escenarios de riesgo o pensar cómo hacer rendir mejor el dinero disponible.
Es aquí donde entra la automatización financiera, que se presenta de esta forma:
- Captura automática de gastos en tarjetas, facturas y reembolsos, con categorización inteligente
- Flujos de aprobación que se adaptan a políticas dinámicas por proyecto, por área, etc.
- Conciliación en tiempo real, sin que tu equipo tenga que picar datos ni cuadrar números durante horas
- Generación de informes financieros de forma instantánea, con mucho nivel de detalle
El impacto se nota rápido: los cierres del mes se vuelven más cortos, se comenten menos errores humanos... y tanto tu equipo como tú contaréis con mucho más tiempo para trabajar en la estrategia financiera.
¿Prefieres que tu equipo se pase las tardes pidiendo facturas o modelando escenarios de liquidez?
No mientas, va.
La automatización financiera convierte a la tesorería en una máquina más ligera y ágil que te ayuda a proyectar al futuro en vez de centrarte solo en el pasado.
Y ojo, que no se trata de eliminar a las personas, sino de darles libertad para aportar lo que de verdad marca la diferencia: criterio, análisis y visión estratégica.
De controlar sin más… a ser toda una ventaja competitiva
Vale, ya tienes una tesorería centralizada y automatizada.
Ahora la pregunta es para qué sirve todo este esfuerzo.
La respuesta es simple: para que la tesorería deje de ser solo un área de control y se convierta en una palanca de competitividad.
Porque la tesorería no está únicamente para hacer pagos y saber cuánto dinero hay en la caja.
Bien gestionada, puede generar valor real en estos tres frentes:
- Optimización del gasto: con datos en tiempo real y comparativas, puedes detectar duplicidades —como dos suscripciones que hacen lo mismo—, renegociar contratos con proveedores a tiempo o ajustar licencias infrautilizadas. Cada euro ahorrado se va directo al beneficio.
- Activación del superávit de caja: una tesorería moderna no deja el dinero parado en la cuenta corriente. Lo gestiona de forma inteligente: puede ser mover liquidez entre cuentas de la empresa donde más se necesita, aumentar los fondos de la caja chica o buscar fórmulas seguras de rentabilizar el excedente a corto plazo.
- Agilidad ante grandes cambios repentinos: ¿suben los costes energéticos? ¿Aumenta el tipo de cambio? ¿Tu proveedor principal ajusta sus precios? Con una tesorería con datos consolidados y escenarios preparados, puedes recalibrar decisiones antes de que el impacto se coma el margen.
Lo interesante de todo esto es que hablamos de una ventaja asimétrica, porque pierdes menos en tiempos de crisis —porque reaccionas antes— y ganas más cuando el mercado se pone a tiro, porque tienes la liquidez lista para invertir.
En otras palabras: tu empresa se vuelve más resiliente y, a la vez, más ambiciosa.
Y todo empieza con lo que hemos visto: centralizar datos para tener la foto completa, automatizar tareas para liberar tiempo y evitar errores y usar esos cimientos para pasar a la ofensiva.
Ese es el paso que separa a un CFO que «meh» de uno completamente estratega.
El primero solo informa de lo que pasó ayer, mientras que el segundo utiliza la tesorería para decidir qué hacer mañana.
Pleo, a tu lado para potenciar el cambio
Todo lo que hemos visto —centralización, automatización y uso estratégico de la caja— suena fenomenal.
Pero si lo piensas, no es fácil conseguirlo con las herramientas financieras de siempre, porque al final todas cojean de algún pie.
Ahí es donde entra Pleo y su Centro de gestión de tesorería, que te da todo esto:
- Una visión única y en tiempo real de todas tus cuentas, divisas y carteras. Nada de informes que llegan con semanas de retraso: aquí todo se actualiza al momento.
- Todos los tipos de gasto unificados en un mismo panel, ya sean pagos con tarjeta, facturas o reembolso de gastos de viaje. Y con categorización automática, para que los cierres no se eternicen.
- Alertas inteligentes que te avisan cuando algo se sale de lo normal, como suscripciones duplicadas o picos de gasto inesperados.
- Previsiones y control de liquidez con datos fiables para tomar decisiones rápidas y sin miedo a equivocarte por no contar con toda la información.
La diferencia se nota enseguida.
Vas a pasar de esperar el cierre mensual con las hojas de gastos de viaje de todo tu equipo a ver tu posición de caja en cada instante.
De perseguir facturas a recibirlas clasificadas y listas.
De resolver problemas a dirigir la estrategia financiera con total seguridad.
Sí, Pleo convierte la tesorería en lo que debería ser: una ventaja competitiva para tu empresa y un auténtico caramelito para ti como CFO.
Prueba nuestro centro de gestión de tesorería y nos cuentas.